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Programa de Atención Integral


¿Qué atendemos?

Esclerosis Múltiple

 La Esclerosis Múltiple es una enfermedad del sistema nervioso central que afecta al cerebro y a la médula espinal. Las fibras nerviosas (los axones) de la médula espinal se encuentran recubiertos por una vaina aislante llamada mielina, que permite que la información que transcurre a través de ellos (sensitiva, sensorial, motora) llegue sin interferencias al órgano efector. En la Esclerosis Múltiple, se pierde mielina porque es el blanco principal del ataque inmuno-mediado. Es así como el axón queda descubierto en ciertos sectores y la transmisión del estimulo nervioso se realiza con dificultad (interferencias) traduciéndose clínicamente en la aparición de un déficit neurológico. Según las fibras que resulten afectadas, el déficit será visual, motor, sensitivo, cerebeloso, etc, por lo que la sintomatología es muy variada hasta el punto de conocerse como la enfermedad de las mil caras. 

Imagen: observatorio esclerosis multiple.

Párkinson


La enfermedad de Parkinson es una enfermedad que afecta al sistema nervioso en el área encargada de coordinar la actividad, el tono muscular y los movimientos. Es un proceso crónico que pertenece a un grupo de trastornos que tiene su origen en la degeneración y muerte progresiva de unas neuronas, las dopaminérgicas, cuyo neurotransmisor primario es la dopamina y que cumplen funciones en el sistema nervioso central. Los síntomas de la enfermedad se manifiestan una vez se produce una importante pérdida de las neuronas encargadas de controlar y coordinar los movimientos y el tono muscular.  

Imagen: terapiapárkinson

Accidente Cerebro Vascular (ACV)

El ictus es un trastorno brusco de la circulación cerebral, que altera la función de una determinada región del cerebro. Son trastornos que tienen en común su presentación brusca, que suelen afectar a personas ya mayores, aunque también pueden producirse en jóvenes, y que frecuentemente son la consecuencia final de la confluencia de una serie de circunstancias personales, ambientales, sociales, etc, a las que denominamos factores de riesgo.

El ictus, por lo tanto, puede producirse tanto por una disminución importante del flujo sanguíneo que recibe una parte de nuestro cerebro como por la hemorragia originada por la rotura de un vaso cerebral. En el primer caso hablamos de ictus isquémicos; son los más frecuentes (hasta el 85% del total) y su consecuencia final es el infarto cerebral: situación irreversible que lleva a la muerte a las células cerebrales afectadas por la falta de aporte de oxígeno y nutrientes transportados por la sangre. En el segundo caso nos referimos a ictus hemorrágicos; son menos frecuentes, pero su mortalidad es considerablemente mayor. Como contrapartida, los supervivientes de un ictus hemorrágico suelen presentar, a medio plazo, secuelas menos graves.

Imagen: saludterapia

ESCLEROSIS LATERAL AMIOTRÓFICA (ELA)


La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una enfermedad neuromuscular en la que las motoneuronas, que controlan el movimiento de la musculatura voluntaria, gradualmente disminuyen su funcionamiento y mueren, provocando debilidad y atrofia muscular. La causa del ELA es desconocida aunque cada vez se tiene más conocimiento sobre ella. Afecta a adultos, sobre todo, entre 40 y 70 años, aunque también hay casos en personas más jóvenes. La proporción de hombres es mayor que mujeres, siendo los afectados de un tres contra uno. Tiene una progresión irregular, afectando de manera diferente a cada parte del cuerpo. A veces, la progresión es muy lenta, desarrollándose a lo largo de los años y con periodos de estabilidad.
La ELA suele avanzar hacia una parálisis completa. Aunque a diferencia de otras enfermedades neurológicas, en el caso de la ELA no se presentan trastornos de la sensibilidad, afectación de esfínteres, ni pérdida de la capacidad intelectual o de la función sexual. La enfermedad tampoco afecta a los músculos de los ojos, por lo que se conserva hasta el final la capacidad para realizar movimientos oculares. 

Imagen: Fundación Luzón.

Temblores esenciales

El temblor esencial (TE) es un trastorno del movimiento que normalmente afecta a las manos, pero también puede afectar a la cabeza, voz y piernas. No es una enfermedad muy peligrosa, pero puede ser una afección que cambie la vida. Las personas con temblor esencial pierden la habilidad de realizar tareas simples como conducir o trabajar. Entre más de 20 tipos diferentes de temblor, el temblor esencial es el más común. Hasta una de cada 20 personas de más de 40 años y una de cada cinco personas de más de 65 años pueden sufrir temblor esencial. Aunque la media de edad del brote de temblor esencial es 40 años, puede aparecer inicialmente a cualquier edad entre la niñez y la vejez. El síntoma se caracteriza por una agitación rítmica que ocurre durante el movimiento voluntario o al mantener una posición contra la gravedad. El temblor esencial a menudo se diagnostica de forma errónea como enfermedad de Parkinson.

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